domingo, enero 27, 2008

SARKO y La Bruni

Le digo que al perro le vamos a llamar Bruno, que es un nombre prohibido para un niño. "Bruni?" Me contesta. Reacciono. "Sí, le vamos a llamar Bruni a la perra, que nos va a salir algo golfa". Yo que veía a Cecilia y Sarkozy como un amor de los grandes, de los que hacen historia, de los que rompen vajillas en las peleas domésticas. Ella tan castigadora, él representando el poder a los pies de una dama, dominado. Y va el lider carismático y se nos vuelve vulgar, se va con la Bruni con Zeta, que es una forma de llamar a las rebeldes de izquierdas que después de darnos lecciones durante su vida pierden la cabeza por casarse por la iglesia. Él tiene lo que se merece, que los francesitos, siempre tan suyos, no le tomen en serio. Ella tiene lo que se merece, el mismísimo anillo que él regaló a su anterior amante. Sólo eso es motivo para dejarle. Pero la Bruni no entiende de orgullo de chica independiente, libre y fuerte. Ella quiere ser primera dama. Ay estas chicas de izquierdas...

 
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