lunes, junio 16, 2008

EL HUECO en el alma

Será que los dias lluviosos calan hasta la vida, que las tardes vacías, solas, agrias, nos dejan con un nudo en la garganta, será que los adioses, los dardos envenedados, la rabia tanto tiempo guardada aflora en dias negros, asperos, donde arañan las gotas como arañan las palabras. En la verde hojarasca, vencida por el viento, busco ungüento a las heridas, mordidas de las que duelen, enemigas de lo propio, inaudibles en lo ajeno. No lo digo ni alto ni claro. Solo queda morirnos un ratito para volver a estar a su lado.

 
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