domingo, noviembre 04, 2007

LA CHICA que susurraba a la cometa

Nada hay más graficante que vencer un miedo. La paciencia y el tiempo, la confianza y el respeto son el lenguaje de la cometa. La ventana del viento con su cenit, el once, el nueve y la zona de potencia son tu mapa de vuelo. No desconcertar a la cometa la primera norma para ser su dueña o compañera. Y cuando todo era perfecto, revoloteó con sus cinco metros, con fuerza, con rabia, con una potencia desmedida y traicionera, y me llevó al suelo. Y me separé de mi sueño, y me alejé del reto, y me enfadé, por la deslealtad y el castigo de dar una instrucción incorrecta. "Dime que no te gusta, pero miedo no, a la cometa no se le puede tener miedo" Así que poniéndose el sol en la isla, solas maetra y alumna, volvió el kite al cielo, erguido y orgulloso, con su baile fuerte y bello. Y le susurré al oido, me disculpé, me senté en señal de respeto, le pedí que lo intentáramos de nuevo. Nada de hablar del pasado. Un nuevo comienzo. Si la primera frase fue "¿Qué sabes del viento?", la última de la tarde sería "Muy bien, ahora trata de tapar el sol con la cometa..." Un lunes de diario... ¿Se puede oir en una puesta de sol una frase más bella? Y así le perdí el miedo a la cometa.

 
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