LA VIDA Y LA MUERTE
Cuando nacemos, estamos protegidos frente a la muerte por múltiples círculos concéntricos. Los abuelos, los padres, son muros que nos protegen para que no penetre. Cuando ellos van muriendo, nos quedamos a la intemperie. Entra dentro del orden lógico de las cosas. La vida. Y la muerte.
Y aun así, siendo previsible, imaginable, predecible, la muerte nos deja varados en el lugar donde la tristeza hace nido. Solos, desamparados, ateridos, niños.