miércoles, diciembre 20, 2006

LA FELICITACIÓN

Hay un momento en que, a las personas que ocupan puestos visibles y representativos, les desorientan las críticas. Les acorralan los dedos acusadores, los chismes de pasillo, los titulares de provincias, y se vuelven desconfiados, dubitativos y cobardes. Entonces se esconden, y empiezan a equivocarse una vez tras otra tomando decisiones. Y se olvidan de hacer lo correcto, que siempre es lo que dicta el sentido común. Así, felicitan la Navidad despareciendo, sustituyendo personas por posesiones, calor de hogar por nieve fria, sonrisa por calle mojada, el rojo y el verde por el blanco. Cuando se tienen que tomar estas decisiones, qué es lo que estará pasando puertas adentro.

 
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