sábado, noviembre 25, 2006

EL ADIOS

El adiós viene a veces despacito. A veces viene con borde de barranco, de repente el adiós, de repente el vacío, de repente el precipicio. El adios es la exquisita distancia que te mantiene lejos de lo que quieres de forma elegante. El adios es una palabra que se pronuncia en silencio, en privado, en la solitarias noches de luna boba. El adios se esconde como un viejo secreto de alcoba, como una batalla perdida, como un beso que se quiere dar y no se deja. El adios es miserable, tibio, cobarde, ruin, embustero. El adiós te deja siempre en mitad del ensueño, noqueado en el ego, perdido, medio ciego. El adios, ese hijoputa traicionero.

 
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