viernes, agosto 18, 2006

MASAJE a cuatro manos

Doloroso. Se llama masaje de descarga. La piel se pone morada antes de que terminen. “Sobrecarga en los peroneos. ¿Duele ahí?” Le digo que no se preocupe del dolor. Y ahí empieza la tortura. Los ojos se me llenan de lágrimas, pero no digo ni una sola palabra. Hoy he salido a correr de nuevo. Rápido, con fuerza, con ganas. Como antes. Aunque me han adelantado unas niñas en bicicleta. Qué saben ellas de recuperaciones eternas. El miércoles tengo otro masaje de descarga. De toda la pierna. Un mes para correr como siempre. Los ojos se me llenan de lágrimas…

 
Site Meter