LA CUBA de Castro

Cuba es un país en descomposición. Mucha gente dice que los cubanos son felices, por el rollo de que cantan y bailan, me imagino. Y una mierda. Los cubanos tienen triste la mirada, el horizonte sin futuro, la vida con rail, preparadita sin ninguna sorpresa para ellos, desde el día que nacen hasta el día de su muerte. Cantan y bailan cuando están alegres. Como todos. Qué graciosos en sus coches de los cincuenta, qué bonitas esas casas coloniales en ruinas donde viven, qué limpias esas playas donde nos sirven, qué simpáticos aunque busquen limosna, qué bien que sepan leer y escribir y vayan gratis al médico… (vaya, como aquí)

Los cubanos quieren emprender nuevas vidas, tienen ideas, proyectos, ganas de hacer cosas, pero no les dejan. Cuba es miseria y más miseria. Viejos de pelo blanco rodeados de niños, mendicidad como en ninguna otra parte del mundo, hambre y carencia, famoseo en casas de lujo, jineteras niñas, insensible turisteo encantado en el cliché de la Cuba alegre, gente que se vende por pastillas de jabón, trapicheos, mentiras, propaganda, miedo a los chivatos, tiendas vacías, hoteles llenos… Castro debe estar orgulloso. Cuba se desintegra.