martes, junio 27, 2006

QUÉ VIDA tan bien vivida


José Bello: «Uno llega a los 102 sin darse cuenta»
por AMILIBIA

-Ya no le gusta que le llamen Pepín...
-Acabo de cumplir los 102, ya está bien. Soy mayor, ¿no?
-¿Cómo se llega a los 102 tan lúcido, en tan buen estado?
-No hay secretos, es puro azar. No me he cuidado mucho, pero tengo bueno herencia genética. Mire, uno llega a los 102 sin darse cuenta. No hay más.
-Es el rostro amable de la Residencia de Estudiantes. Me lo imagino como un estudiante que no ha querido salir nunca de la tuna...
-Me halaga. Sí tengo algo de eterno estudiante, pero nunca fui tuno.
-¿No está cansado de hablar de sus viejos compañeros de Residencia, Lorca, Buñuel, Dalí, de ser la memoria viva de la generación del 27?
-No. Me lo pasé muy bien. Teníamos todos un gran sentido del humor. Nos reímos mucho y éramos fraternales amigos. Fue un gran momento.

"Federico no era de izquierdas. Era apolítico totalmente.
No he conocido a nadie que le interesara menos la política"

-¿Y ahora con quién se ríe?
-Como estoy viviendo tanto, se me han muerto los amigos.
-Fue mánager de Buñuel cuando éste boxeó en el ampeonato de Castilla...
-Hizo un sólo combate y fue nulo. Buñuel y su contrincante, Hernández Colorado, tenían mucho miedo y apenas se pegaron. Buñuel era miedoso, tímido, completamente irracional y encantador. -Un burgués que atacaba a la burguesía...
-Nadie más burgués que él. Y además muy rico de familia.
rico de familia.
-¿Es verdad que Dalí no sabía leer el reloj ni que 5 duros eran 25 pesetas?
-Verdad. Era la ignorancia misma. No se podía ser más tímido. Sólo sabía dibujar y pintar. Después cambió: ya sabe, el gran tímido que se desata...
-¿Lorca odiaba a los mariquitas exagerados?
-Sí. Era homosexual, no mariquita. Fue compañero mío de habitación.
-Ha dicho que es un disparate exhumar los restos de Lorca...
-Sí. ¿Quién garantiza que sean sus restos? Mejor dejarlo en paz.

"Mi vocación ha sido la cultura, la amistad, cierto modo de vivir... Soy un artista sin obra"

-Extraña oírle decir que no era nada de izquierdas...
- Federico no era de izquierdas. Era apolítico totalmente. No he conocido a nadie que le interesara menos la política
-A usted le han llamado agitador de surrealistas...
-Sí, pero sólo creo en el surrealismo como forma de humor.
-Fue forense de conceptos putrefactos...
-Jugábamos a eso. Éramos forenses de lo anquilosado, lo cursi, lo putrefacto.
-¿De quién tiene mejor recuerdo?
-De mi familia, de mis padres y mis hermanos. Mi padre fue un ser extraordinario. De los amigos, de Federico, de Luis (Buñuel), de Dalí, de Alberti... Alberti se hizo comunista por su mujer, María Teresa León.
-¿De quién prefiere no acordarse?
-Mejor de qué. De los tres años de la Guerra Civil que pasé en Madrid. Los más repugnantes que he pasado en mi vida.
-No tenía dinero para regalar algo a su novia y le pidió un poema a Alberti.
-Y me lo hizo, pero al final ella me dejó. Siempre he vivido solo.
-Empezó a escribir sus memorias y rompió los folios...
-Leí lo que había escrito pasados dos años y se me cayó de las manos. Esperaba más de mí. No me gustaron. Los rompí.
-No ha sentido nunca la necesidad de escribir ni de pintar...
-Cierto. No he tenido vocación de nada. Mi vocación ha sido la cultura, la amistad, cierto modo de vivir... Soy un artista sin obra.
-Algo que no podrá decir nunca Gallardón

 
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